Fauna y flora silvestres en los valles de Aure y Louron

Crédit Parc national des Pyrénées - Yohann François

Descubriendo la fauna y la flora silvestres en los valles de Aure y Louron
Enclavados en el corazón de los Pirineos centrales, los valles de Aure y Louron ofrecen un entorno natural excepcional, donde florece una biodiversidad extraordinaria. Aquí, entre bosques profundos, prados de altura, torrentes y acantilados, la naturaleza reina soberana y reserva auténticos tesoros por descubrir.

Una fauna emblemática que hay que observar con discreción

Los valles de Aure y Louron forman parte del Parque Nacional de los Pirineos, lo que los convierte en un territorio privilegiado para la observación de la fauna silvestre, respetando su hábitat natural:

  • El quebrantahuesos, majestuoso ave rapaz carroñera, planea sobre las cimas. Fácilmente reconocible por su esbelta silueta y su cola en forma de rombo, desempeña un papel esencial en el ecosistema al limpiar la montaña de cadáveres.
  • El íbico ibérico ha sido reintroducido en la zona de Piau-Engaly y el valle del Badet. Este escalador sin igual puede verse a veces en las paredes rocosas al amanecer o al atardecer.
  • La marmota, introducida en los años 50, se ha aclimatado bien a nuestros pastos de verano. Su estridente chillido suele alertar a los excursionistas... o señalar la presencia de un águila real cazando.
  • El urogallo grande (o gallo de los bosques), discreto habitante de los bosques, es una especie rara y amenazada, símbolo de la fragilidad del equilibrio montañés.
  • El desmán de los Pirineos, un pequeño mamífero semiacuático, discreto y nocturno, habita en los arroyos de los valles. Es un indicador de la buena salud de nuestros medios acuáticos.
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Calotriton Crédit Parc national des Pyrénées - Didier Melet

Una flora única entre prados de verano, brezales y acantilados

Gracias a la diversidad de altitudes y exposiciones, la vegetación de los valles de Aure y Louron cambia a medida que se asciende:

  • La ramonde de los Pirineos, planta relictual y endémica, se aferra a las paredes húmedas y sombreadas. Una rareza botánica que se admira sin llegar a recoger.
  • El lirio de los Pirineos, flor emblemática del verano, aporta un toque luminoso a los pastos de montaña a partir del mes de junio.
  • El acónito napel, con sus flores de color azul oscuro, es una belleza tóxica que se encuentra a lo largo de los torrentes.
  • El pino cembro, rey de los bosques subalpinos, moldea los paisajes de altitud y ofrece refugio y alimento a numerosas especies.
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Androsace des Pyrénées - Crédit Parc national des Pyrénées - Etienne Florence

Una naturaleza preciosa por descubrir... y proteger

Tanto si es usted senderista, contemplativo o naturalista aficionado, los valles de Aure y Louron le invitan a vivir encuentros inolvidables con la vida salvaje. Pero esta riqueza natural también es frágil.

Algunos gestos sencillos para un descubrimiento responsable:

  •  Permanezca en los senderos señalizados para no molestar a la fauna ni pisotear los hábitats.
    • Mantenga la distancia con los animales: ¡los prismáticos son sus mejores aliados!
    • No recoja flores ni plantas, aunque sean abundantes.
    • Respete el silencio de la montaña, especialmente al amanecer o al atardecer, momentos propicios para la observación.
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Pin à crochet - Crédit Parc national des Pyrénées - Léo Reigne
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